El movimiento de Bitcoin el 7 de diciembre resulta interesante: una fase de consolidación con cierto aire de recuperación. Hay posibilidades de un rebote a corto plazo, pero no te emociones demasiado: la sombra bajista a medio y largo plazo aún no se ha disipado.

Veamos el precio. Abrió rondando los 89.136 dólares, llegó a rozar los 90.000 durante la sesión, con un máximo de 90.273,97 dólares en 24 horas y un mínimo de 89.002 dólares. La zona de soporte clave ahora mismo está entre 88.000 y 90.000; es tanto la plataforma del último rebote como una referencia cercana al coste de producción de Bitcoin. Si no se mantiene, podría haber problemas. Por arriba, la franja entre 94.000 y 95.600 dólares supone una resistencia importante: solo superándola con solidez se podría aspirar a los 98.000 o incluso 100.000 dólares.

Las señales en el gráfico diario no son muy favorables. El sistema de medias móviles ya ha formado una “muerte cruzada”, las medias de largo plazo giran a la baja y el precio sigue por debajo de la media de 50 días y otras referencias de largo plazo; la estructura a medio y largo plazo sigue siendo bajista. Sin embargo, si pasamos al gráfico de 2 horas, el panorama cambia: varias velas alcistas consecutivas y un patrón envolvente alcista cerca del soporte clave, lo que indica que los alcistas dominan a corto plazo.

En cuanto a los indicadores técnicos, el MACD en 2 horas muestra margen para una nueva subida, pero la presión bajista en el gráfico diario aún no se ha aliviado del todo. La tasa de financiación de los contratos perpetuos sigue en negativo, lo que refleja un sentimiento bajista general; el índice de volatilidad implícita a 30 días está relativamente alto, así que el riesgo de oscilaciones ese día no es menor. El índice de miedo y avaricia, aunque ha repuntado desde mínimos, sigue en zona baja, lo que indica que los inversores aún dudan de hasta dónde puede llegar este rebote. $BTC