La deuda pública de EE. UU. ha alcanzado la asombrosa cifra de 30 billones de dólares estadounidenses; ¿qué significa este número? En 2018, era menos de la mitad de lo que es ahora; en solo siete años, se ha más que duplicado. Las secuelas de imprimir dinero y endeudarse durante la pandemia están empezando a hacerse evidentes poco a poco.

Según los últimos datos publicados de noviembre, el total de letras, pagarés y bonos del Tesoro estadounidense sumó 30,2 billones de dólares, con un aumento mensual del 0,7%. Detrás de esta cifra se esconden dos problemas cruciales: primero, la deuda astronómica contraída en 2020 para hacer frente a la pandemia; segundo, los tipos de interés han subido mucho en estos años, lo que hace que el simple pago de intereses esté a punto de asfixiar las finanzas públicas.

El responsable de estrategia de tipos de interés en EE. UU. de un importante banco europeo lo dijo sin rodeos: "El déficit público existe desde siempre. En los últimos veinte años la deuda ha sido como una bola de nieve que no ha parado de crecer. Tras la pandemia, el problema es aún mayor porque esa deuda se contrajo a tipos de interés altos, y ahora el propio coste de los intereses es un agujero enorme en las cuentas públicas".

Basta echar un vistazo a los libros de cuentas para ver lo exagerado que es: en 2020 se emitieron bonos por 4,3 billones de dólares y el déficit superó los 3 billones. Aunque en los dos últimos años el déficit se ha reducido un poco (en parte gracias al aumento de ingresos por aranceles), y para el ejercicio 2025 bajará a 1,78 billones, ¿adivinas cuánto se gasta solo en intereses? ¡1,2 billones!

Un estratega de tipos de interés de un banco de inversión lo explicó aún más claro: "El verdadero gran problema es el gasto en intereses. Aunque los aranceles generen trescientos o cuatrocientos mil millones de dólares, sigue sin ser suficiente para pagar los intereses de la deuda existente. Es como hundirse en arenas movedizas; los aranceles solo hacen que nos hundamos un poco más despacio, pero seguimos hundiéndonos".

En los dos últimos años, el volumen de subastas de bonos del Tesoro se ha mantenido estable y se prevé que siga igual en los próximos trimestres. Sin embargo, el mes pasado un funcionario del Tesoro insinuó que "han empezado a considerar" si deberían aumentar la emisión de deuda en el futuro. Lo dijo de forma muy sutil, pero ya sabes lo que significa.

Te doy otro dato: los bonos del Tesoro son solo una parte de la deuda total del país. En noviembre, la deuda total alcanzó los 38,4 billones (incluyendo lo que se debe a los fondos de la Seguridad Social y a los tenedores de bonos de ahorro), mientras que el límite legal de deuda es de 41,1 billones. Todavía hay margen antes de alcanzar el techo, pero a este ritmo… tú mismo.