Antes de que comience oficialmente la cola del mercado alcista, los bajistas suelen ser los más numerosos, y no es algo que surja de forma natural, sino que es algo que el mercado ha ido "alimentando" capa tras capa.

Observa que la línea mensual ya ha caído varias decenas de veces, formando una línea casi pegada al suelo. En teoría, aquí no debería haber más valor en hacer cortos, pero la realidad es exactamente la opuesta: el sentimiento bajista se ha unificado.
La razón es muy simple: cuando todos dicen que esto es basura, sin valor, sin narrativa, sin fondos, hacer cortos se vuelve una opción cómoda. No porque la lógica sea muy fuerte, sino porque "todos piensan así", y la gente confunde el consenso con una cobertura de riesgos.
Cuanto más cerca estamos de la cola del mercado alcista, más grave es la descoordinación del riesgo. Ya estamos en el precio mínimo, con poco espacio para bajar, pero un gran potencial de subida, sin embargo, el sentimiento y la estructura de posiciones son completamente opuestos. Se acumulan muchas posiciones cortas, con apalancamiento, emociones y prejuicios todos en la misma dirección, solo falta un detonante.
Por eso no es que “tengan mucho valor”, sino que han sido entrenados repetidamente por el mercado hasta perder el respeto.
La verdadera cola del mercado alcista no comienza en los momentos de locura de los alcistas, sino cuando los bajistas están más seguros, más confiados y menos dispuestos a admitir errores.
Cuando ves que la línea mensual es una línea recta, pero todo el mercado sigue buscando razones para hacer cortos, eso no suele significar que la tendencia haya terminado, sino que está a punto de entrar en una fase irracional.