La administración de Trump ha prohibido la entrada a cinco funcionarios europeos a quienes acusa de presionar a las empresas tecnológicas para suprimir puntos de vista políticos estadounidenses. La medida aumenta las tensiones entre Washington y Europa sobre las políticas de moderación de contenido y los principios de libertad de expresión en las plataformas digitales.

Este desarrollo refleja la creciente fricción sobre cómo las empresas tecnológicas equilibran las demandas regulatorias de diferentes jurisdicciones. El incidente destaca el debate más amplio dentro de la comunidad Web3 y cripto sobre la censura en las plataformas, el exceso de poder del gobierno y el papel de las redes descentralizadas en la preservación de la expresión sin restricciones en línea.