MOODENG esta moneda se ha vuelto completamente loca últimamente: en 24 horas subió un 54% de golpe, llegando a tocar los 0,25 dólares. ¿Suena bonito? Espera, ¿sabes lo que significa una volatilidad diaria del 252%?

En resumen: algunos ven cómo su saldo se duplica y celebran, mientras que a otros les liquidan la posición y se quedan a cero.

Esto no es inversión, es bailar sobre una hoja de cuchillo.

**Las cifras impresionan, pero cuidado**

El volumen de negociación alcanzó los 300 millones de dólares, 2,7 veces la capitalización circulante: todo dinero especulativo matándose entre sí. En la cadena, una ballena usó más de 6.000 SOL para entrar a lo grande, una jugada que suele servir como chispa emocional.

Los minoristas ven esto y piensan: “¡Ostras, si hasta las ballenas han entrado!” y se lanzan en caliente.

**Pero si eres frío, la historia no es tan bonita**

Veamos el precio: ahora ronda los 0,11 dólares, sigue muy lejos del máximo histórico de 0,69 dólares, un 84% abajo. ¿Este subidón? Más bien parece un brinco después de haberse estrellado: lo que se llama “rebote del gato muerto”.

Y del proyecto, ni hablemos: la web oficial tiene poquísima información, solo unos enlaces básicos y poco más. Todo depende de rumores y movimientos de capital, cero fundamentales. Manual de shitcoin.

Volatilidad extrema + volumen descomunal, esto es el parque de atracciones de manos fuertes y bots cuantitativos. Dibujan un gráfico bonito, los minoristas compran arriba y acaban atrapados en la cima.

**La ley de supervivencia de las shitcoins es sencilla**

Debes entender: esto no es una inversión seria, es un casino emocional.

La única regla: compra cuando nadie mira, salte cuando todos tienen FOMO. En cuanto empieza la subida de volumen y precio, suele ser que los grandes están comenzando a vender.

Ese “despegue” que ves, puede que no sea más que una invitación cuidadosamente preparada para que tú hagas de liquidez.

**Una verdad fea pero real**

Este tipo de monedas pueden dispararse por un solo tuit y desplomarse a cero por una sola venta. ¿Esa “ballena comprando” que ves? Puede que solo sea el mismo tipo moviendo fichas de una mano a otra, solo para atraer incautos.

Si no tienes la velocidad de un francotirador y la disciplina de hierro para el corto plazo, lo mejor que puedes hacer es mirar desde la barrera.

En este mercado, tú babeas por multiplicar tu dinero, mientras los grandes afilan los cuchillos para quedarse con tu capital.

Espero que tu cabeza aguante la tentación cada vez que veas un “subidón”. Al fin y al cabo, el dinero se puede volver a ganar, pero las lecciones tras una liquidación… esas sí que duelen.