¿Se va a abrir el grifo de la liquidez? En los últimos días, dos noticias se han solapado y el mercado no ha podido quedarse quieto.

Primero—el 1 de diciembre la Reserva Federal anunció oficialmente el fin del ajuste cuantitativo: ese balance de 6,6 billones de dólares por fin deja de reducirse. ¿Qué significa esto? Que la estrategia de endurecimiento monetario iniciada en 2022 se ha puesto en pausa total; incluso han empezado a inyectar dinero en el mercado mediante operaciones de recompra, temiendo cualquier problema de liquidez. Ante la presión de la deuda pública y la falta de dinero en el mercado, han salido directamente a respaldarlo todo.

Segundo—las posibilidades de que Hassett, asesor económico de la Casa Blanca, sea nombrado presidente de la Reserva Federal están disparadas por encima del 86%. ¿Quién es este? Viejo socio de Trump y un palomo convencido. Ha declarado públicamente que quiere bajar los tipos de interés de inmediato, apuntando directamente a un rango del 2%-2,5%, e incluso ha dicho que puede tolerar una inflación algo mayor por el crecimiento económico. Fíjate en lo contundente de esta señal.

El mercado ya está eufórico. Las expectativas de bajada de tipos rozan el 90%, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años ha caído por debajo del 4%, y tanto las bolsas como las criptomonedas están disparadas. La narrativa alcista a largo plazo de Bitcoin se vuelve cada vez más clara, mientras que el dólar empieza a debilitarse por el estrechamiento del diferencial de tipos.

Pero ojo, no te dejes llevar solo por la emoción. Una mayor liquidez sin duda favorece a los activos de riesgo, así que posicionarse en los sectores sensibles de la bolsa estadounidense o en Bitcoin durante las correcciones tiene sentido. Sin embargo, el verdadero problema es—si la independencia de la Reserva Federal se ve atada a la política, ¿podría verse afectada la confianza en el dólar y en la deuda estadounidense? Ese es el mayor riesgo a largo plazo.

Que el agua llega, es un hecho. Pero si serás capaz de recogerla, o si te vas a quemar las manos, tendrás que valorarlo tú mismo.