El coste de la minería de Bitcoin se dispara hasta 137.800 dólares, y las empresas mineras recurren colectivamente a la potencia informática de IA para sobrevivir.

El 7 de diciembre, un conjunto de datos recién publicados ha dejado al descubierto la verdadera situación de supervivencia en el sector minero: actualmente, para minar un solo Bitcoin, las empresas mineras tienen que gastar una media de 74.600 dólares en efectivo. Y eso solo son los costes visibles; si se suman la depreciación de los equipos y gastos contables como los incentivos en acciones, el coste total real ya se dispara hasta los 137.800 dólares.

Lo más grave es que la potencia de cálculo de toda la red acaba de superar el hito histórico de 1 ZH/s. Cuanta mayor es la potencia de cálculo, más feroz es la competencia y más se reduce el margen de beneficio de los mineros. Muchas empresas mineras que cotizan en bolsa ya lo han comprendido: en lugar de seguir luchando en el cada vez más estrecho camino de la minería de Bitcoin, prefieren transformar sus minas y centros de datos para dedicarse a actividades más lucrativas como la computación para IA y el cálculo de alto rendimiento.

El sector se está dividiendo en dos grupos: uno apuesta por transformarse en proveedor de infraestructuras, convirtiendo las minas en centros de computación de alta rentabilidad; el otro sigue aferrándose a la minería tradicional, pero su situación es cada vez más complicada, con unos beneficios que rozan el mínimo.