¿Te has dado cuenta? Cada vez que el precio del oro sube hasta un máximo y empieza a estancarse, el dinero caliente entra en el mercado de Bitcoin como tiburones que huelen sangre, ¡de repente todos se lanzan de cabeza!

Solo hay que mirar los datos históricos para entenderlo: en 2017 y en 2021, justo cuando el precio del oro tocó techo y empezó a corregir, Bitcoin arrancó su fase de subida explosiva. La lógica no es complicada: los bancos centrales de todo el mundo imprimen dinero como locos, y el dinero inteligente busca primero refugio en el oro, ese activo clásico para tiempos de incertidumbre. Pero cuando el oro sube tanto que ya no queda margen de beneficio, ese dinero caliente se da la vuelta y se lanza a por Bitcoin, que tiene más volatilidad y mayor potencial de subida. Los gráficos muestran que este guion probablemente se repetirá una vez más antes de 2028.

En resumen, así funciona esto:

El oro es como ese gimnasio veterano, con instalaciones fiables pero sin nada nuevo. Bitcoin es el nuevo centro de deportes extremos, mucho más emocionante y también más peligroso. El dinero primero va al gimnasio clásico a calentar (refugio en oro), y cuando se aburre, se cambia enseguida al gimnasio de deportes extremos en busca de emociones fuertes (especulación en Bitcoin). Y cuando entra, es todo saltos al vacío, llevando el entusiasmo hasta el techo.

Pero ojo—

Los gráficos históricos no son una bola de cristal. Que haya pasado así las dos veces anteriores, no significa que la próxima vez el mercado no cambie las reglas. Lo peor sería que entres entusiasmado justo cuando el oro ya ha perdido su atractivo y la fiesta de Bitcoin está llegando al final, quedándote solo con pérdidas y números en rojo en tu cuenta.

Espero que tu posición pille el primer tren del cambio de flujo de capital, y que no seas de los que se quedan esperando en el sitio equivocado, solo para acabar siendo el que recoge los restos.