En los últimos dos años, el término “comunicación cuántica” está por todas partes, pero si lo piensas detenidamente, descubrirás que ya se está formando un nuevo consenso en el sector.

La comunicación segura a nivel satelital hace tiempo que dejó de ser un concepto de “tecnología disruptiva”. Se está convirtiendo en un componente estándar de la infraestructura digital. Es como cuando antes el almacenamiento en la nube parecía muy avanzado, ¿y ahora a quién le sorprende?

Lo interesante es que algunos equipos están siguiendo el camino de “empezar con QKD por satélite y luego pasar gradualmente a redes de entrelazamiento”. Este enfoque en realidad está muy bien calculado. Fíjate en el proyecto EuroQCI en Europa, que está en pleno auge, y cada país está desplegando su propia red de distribución de claves cuánticas.

En lo que respecta a la ruta tecnológica, a veces la clave no es quién es más agresivo, sino quién logra mantener el ritmo y acertar con la ventana de oportunidad.