Ha habido nuevos avances en el culebrón de las donaciones de Elizabeth, una figura conocida dentro del sector.

La primera captura de pantalla muestra que, en su segunda donación, ¡utilizó un emulador! Fijaos bien, la interfaz de la app no tiene ningún difuminado; ¿qué pretendía demostrar con eso?

Al final, la comunidad le tiró las pruebas a la cara. Tras ser pillada con las manos en la masa, realizó urgentemente una tercera donación. ¿Esta vez será dinero real? Pero aquí surge el problema: ¿cómo puede, después de admitir haber falsificado la primera vez, volver a falsificar la segunda con lágrimas en los ojos?

Viéndolo todo en conjunto, el nivel de despropósito supera ya los límites de la comprensión humana. Algunos usuarios bromean diciendo que, si una civilización extraterrestre viera esto, probablemente abandonaría la Tierra esa misma noche, huyendo mientras se preguntan lo extraña que es la especie humana.

El coste de la confianza en el mundo cripto no deja de tocar fondo con este tipo de jugadas absurdas.