#数字货币市场洞察 Llevo ocho años en el mercado cripto, y la lección más dolorosa me la llevé en el bull run de 2017.

Por aquel entonces le eché el ojo a $ADA, empecé a acumular por lotes desde 0,03 dólares. Tres meses después aquello se disparó hasta 1,2 dólares, con una ganancia en papel de casi 40 veces. En esa época, cada mañana al despertar lo primero era contar los nuevos dígitos en la cuenta, y ya me veía planeando la entrada para el piso.

¿El resultado? La avaricia pudo conmigo y no vendí ni una sola moneda.

Después, $ADA se desplomó hasta 0,2 dólares, devolviendo el 80% de los beneficios; lo de la casa, por supuesto, quedó en nada. La caída fue dura, pero me sirvió para darme cuenta de algo: en este mercado, saber comprar es solo el primer paso; saber vender es la auténtica habilidad.

El siguiente sistema de control de pérdidas y ganancias es una ley de supervivencia que he pagado con sudor y dinero. Es especialmente útil para jugadores normales que no pueden estar pegados a la pantalla.

**Empecemos por la toma de beneficios**

Ahora uso una salida escalonada.

Supón que una moneda sube de 1 a 2 dólares: primero vendo el 30% de la posición, asegurando que el capital inicial esté a salvo. Cuando el precio llega a 3 dólares, vendo otro 30%. El 40% restante lo dejo con una orden de stop móvil: si corrige un 15% desde el máximo, se vende automáticamente. Así aprovecho el tramo principal de subida, pero sin quedarme atrapado si el precio se desploma.

**Ahora la disciplina del stop loss**

Me marco una línea roja: nunca permito que una operación individual pierda más del 5% del capital.

Ejemplo: abro una posición de 10.000 dólares; si la pérdida flotante llega a 500 dólares, se sale sin dudar. En la práctica, suelo poner una orden condicional nada más comprar: stop loss al -10%, como si cada operación llevase su cuerda de seguridad. No tengas miedo de quedarte fuera; en este mercado siempre hay oportunidades, pero si te quedas sin capital, se acabó el juego.

**Un consejo contraintuitivo: baja tus expectativas**

Muchos quieren vender en el máximo absoluto y acaban perdiendo la mejor salida. Ahora mi objetivo es sencillo: me conformo con el cuerpo del pez, y dejo la cabeza y la cola para otros. Así este año he conseguido un 35% de rentabilidad estable.

Hablando claro: he visto demasiadas historias de hacerse rico de la noche a la mañana, pero muchos más han quemado su capital en las montañas rusas. Los que realmente salen ganando son los que ejecutan las reglas como robots.

Recuerdo una vez que tras saltarme el stop loss, la moneda duplicó su precio y mis amigos me llamaron cobarde. No me arrepiento en absoluto: tres meses después esa moneda valía cero.

Sobrevivir en el mundo cripto es siempre más importante que ganar dinero rápido.