El entrenamiento de IA con datos sucios puede acabar en desastre, y en DeFi, si se usan fuentes de precios poco fiables, la liquidación es directa: en realidad, ambos sectores están atascados en el mismo obstáculo, los datos. ¿Te has preguntado alguna vez de dónde vienen realmente esas fluctuaciones de precios y señales de trading on-chain? El oráculo, esa capa intermedia, se encarga precisamente de eso. Ahora hay algunos proyectos que están empeñados en depurar y verificar el origen de los datos; en resumen, controlan todo el proceso desde la recogida, la agregación hasta el registro en la cadena. Al fin y al cabo, si metes basura, sale basura: si los modelos de IA fallan o los protocolos DeFi tienen bugs, probablemente el problema está en la calidad de los datos. Si esta infraestructura realmente se consolida, puede aportar un apoyo considerable a la estabilidad de todo el ecosistema.