Ahora mismo, el problema de este mercado no está realmente en el gráfico de velas, sino en que la confianza de la gente se ha dispersado.

Fíjate: el sector de las altcoins está completamente desatendido, ni siquiera se molestan en mirar el top 100; y lo más sorprendente es que esos viejos jugadores, que llevaban años con sus posiciones, las han liquidado sin pensárselo dos veces.

¿Cómo era antes? Cuando caía un 30%, todos se apresuraban a comprar en el fondo. ¿Y ahora? Aunque suba un 20%, nadie se atreve a entrar, por miedo a que sea una trampa alcista. Este cambio de mentalidad es demasiado evidente.

Pero siendo sincero—cada vez que el mercado se enfría tanto, suele ser señal de que una gran tendencia está cerca.

¿Por qué? Porque los que tenían que vender ya lo han hecho, y los que tenían dudas ya han dudado todo lo posible. Cuando el pánico se libera al máximo, el punto de inflexión podría estar justo delante.