Vietnam acaba de registrar en noviembre su tercer mes consecutivo de reducción del superávit comercial. Esta presión coincide con los esfuerzos de Hanói por cerrar un acuerdo arancelario con Washington, un movimiento que podría remodelar los flujos comerciales en todo el sudeste asiático. Para quienes siguen la liquidez global y los movimientos de capital, estas dinámicas comerciales son relevantes. Unos balances comerciales más ajustados suelen señalar cambios en la demanda de exportaciones o presiones sobre la moneda, lo que puede influir en el sentimiento hacia los activos de riesgo. Merece la pena estar atentos a cómo se desarrolla esta negociación arancelaria, especialmente dada la postura actual de la administración estadounidense respecto a los acuerdos comerciales.