La oleada de despidos de este año acaba de alcanzar un hito sombrío: se han anunciado más de 1,1 millones de recortes de empleo hasta ahora. Es la cifra más alta que hemos visto desde el caos de 2020, cuando la pandemia sacudió por primera vez los mercados globales.

¿Qué está impulsando esto? Un baño de sangre en el sector tecnológico, temores de recesión al alza y empresas recortando costes de forma agresiva para proteger sus márgenes. Grandes corporaciones de todos los sectores—desde las finanzas hasta el comercio minorista—están reduciendo plantilla a medida que se intensifica la incertidumbre económica.

¿Y para las criptomonedas y Web3? Esta presión macroeconómica importa. Cuando desaparecen los empleos tradicionales, los flujos de capital cambian. La tolerancia al riesgo varía. La inversión institucional se ralentiza. Incluso el sentimiento minorista se resiente cuando la gente teme por su nómina.

Presta atención a los datos de empleo. Ya no se trata solo de las bolsas—su impacto llega directamente a los activos digitales.