La Unión Europea esta vez va en serio: ha impuesto directamente una multa astronómica de 140 millones de dólares a la plataforma X de Musk.

Lo curioso es que, antes de que la multa se hiciera oficial, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ya había explotado. Publicó un mensaje criticando a la UE: "¿No vais a defender la libertad de expresión y, en cambio, os ensañáis solo con las empresas tecnológicas estadounidenses?"

Detrás de esta jugada está un viejo problema: las estrictas normas de regulación de contenidos de la UE siempre han chocado con la filosofía de “neutralidad de plataforma” de los gigantes tecnológicos estadounidenses. 120 millones de euros no es una cifra descomunal, pero la señal es clara: no importa quién seas, si no cumples mis reglas, tendrás que pagar.

Para quienes seguimos el mundo Web3, esto resulta bastante revelador. Las plataformas centralizadas están cada vez más controladas por los reguladores; ¿será que el discurso de la descentralización vuelve a ponerse de moda?