El móvil no para de vibrar en plena noche, miro y veo que el índice de miedo VIX se dispara por encima de 30—esto no es cualquier tontería. El cierre del gobierno de cierto país ya ha batido el récord histórico con más de 36 días, y el capital global está buscando salida por todas partes. Llevo años en este negocio y he visto demasiada gente perder la cabeza en cuanto el mercado se mueve de forma brusca; los que realmente ganan suelen ser esa minoría que entiende lo que está pasando.

Primero hay que tener clara la lógica. Mucha gente solo ve las velas en el gráfico subir y bajar, pero no entienden cómo fluye el dinero: no se ponen de acuerdo con los presupuestos, los departamentos gubernamentales se paralizan en masa, y en una semana se queman 15.000 millones de dólares. Lo peor es que los datos clave como el empleo y la inflación dejan de publicarse, y el mercado entero va a ciegas, adivinando a tientas.

Cuanto más caos hay, más busca el dinero refugio en lugares seguros. El oro, ese veterano, está moviéndose con fuerza últimamente—los bancos centrales llevan tres años comprando más de 1.000 toneladas cada año, el precio se mantiene alto y da la sensación de que está a punto de pegar un salto. Este impulso también ha llegado al mercado cripto, y las monedas vinculadas al oro se han vuelto de repente muy codiciadas. Conozco a varios institucionales que ya están entrando poco a poco, fijándose en los niveles objetivo que corresponden a un precio del oro entre 2.150 y 2.300 dólares.

Pero no tengas prisa por ir all-in. El índice dólar está flojeando por la falta de confianza; aunque parte del dinero busca refugio en cripto, cualquier activo relacionado con liquidaciones en dólares sigue siendo arriesgado por posibles vaivenes bruscos. Además, el S&P 500 tiene una presión de corrección del 5% a corto plazo, y muchos que juegan tanto en acciones como en cripto ya están perdiendo los nervios.

Hay oportunidades, pero el riesgo tampoco es pequeño. La clave es no dejarse llevar por la masa: hay que ver claramente hacia dónde va el dinero y por qué, solo así podrás mantenerte firme en medio de estas turbulencias.