Las fuerzas del orden en Tailandia acaban de llevar a cabo una redada masiva. Las autoridades congelaron más de $300 millones en dos bancos con sede en Bangkok, fondos supuestamente vinculados a redes criminales internacionales que dirigen operaciones de estafas en línea. Esto marca otro movimiento agresivo en la batalla continua contra las redes de blanqueo de capitales que explotan los canales digitales. Los activos incautados, según se informa, se remontan a esquemas de fraude organizado dirigidos a víctimas de diferentes países. A medida que los reguladores de todo el mundo endurecen su control sobre los flujos financieros ilícitos, este caso pone de relieve cómo los sistemas bancarios tradicionales siguen siendo puntos críticos para el dinero sucio, incluso en un mundo cada vez más dominado por las criptomonedas.