¿La ola de quiebras que está golpeando a las empresas estadounidenses en este momento? Está avanzando más rápido de lo que la mayoría de la gente se da cuenta.

Estamos viendo empresas cerrar a un ritmo que debería hacer reflexionar a cualquier inversor. No se trata solo de pequeños comercios que bajan la persiana; hablamos de un patrón más amplio que indica que algo está cambiando en los cimientos económicos. Cuando las empresas no pueden atender sus deudas ni mantener sus operaciones a esta escala, el efecto se propaga por todas partes.

Para quienes están tanto en cripto como en los mercados tradicionales, esto importa. El estrés corporativo suele preceder a crisis de liquidez, que históricamente empujan tanto al dinero institucional como al minorista hacia refugios percibidos como seguros, o a veces hacia apuestas asimétricas de mayor riesgo.

La cuestión no es si este ritmo es preocupante. Es qué pasará cuando las fichas de dominó empiecen realmente a caer.