Los datos de empleo en Estados Unidos se están desplomando a gran velocidad. En teoría, en esta situación la Reserva Federal debería inyectar liquidez de inmediato: una combinación de bajadas de tipos de interés y de coeficientes de reservas, y entonces, ¿no despegarían los mercados bursátiles y de criptomonedas?

¿Y cuál ha sido el resultado? El mercado no solo no ha subido, sino que ha caído, y bastante fuerte además.

¿Dónde está el problema? En la liquidez. ¿Hasta qué punto está seca la liquidez del dólar ahora mismo? Prácticamente al límite. El dinero en el mercado no se está utilizando para perseguir activos en alza, sino que se mantiene firmemente en manos de los inversores.

Cuando la escasez de dinero llega a este extremo, la preocupación de todos ya no es "incrementar el valor de los activos", sino "sobrevivir". Solo teniendo efectivo en mano se puede comprar comida y productos de primera necesidad. ¿A quién le importa en ese momento la rentabilidad de las inversiones o la protección frente a la inflación? El efectivo es el rey.

Cuando todo el mundo aprieta el bolsillo y no quiere soltar el dinero, sabes que... ese es el aroma de la víspera de la deflación.