De vuelta de fichar en el parque Ferrari de Abu Dabi, solo tengo imágenes de trading en la cabeza.

De verdad, lo mío no tiene remedio.

Mientras veía los coches de F1 en la pista, de repente me di cuenta de una cosa: quien domina el viento llega primero, pero quien domina la tendencia gana a largo plazo.

Correr en coche y operar en trading, en esencia, son lo mismo.

No se trata de quién es más agresivo, sino de quién es capaz de convertir la incertidumbre en un factor controlable de forma más estable. Los pilotos de F1 ganan carreras, los traders obtienen beneficios, y la lógica de fondo apunta a lo mismo: bajo la presión de la velocidad, el ruido y el riesgo, usan un control estructurado para obtener una ventaja replicable.

Los profanos siempre piensan que los expertos dependen de la valentía y el talento.

¿Pero en realidad?
Los verdaderos ganadores se apoyan en sistemas, disciplina y en una gestión precisa de los límites del riesgo. Un segundo de pérdida de control en el circuito puede arruinar toda la carrera; un momento de pérdida de control emocional en el mercado puede significar una liquidación total y quedar fuera.

Así que, deja de pensar en ir All in a lo loco y aprende primero a mantener firme el volante.