Un importante fallo en la infraestructura de internet acaba de ser solucionado. ¿Recuerdas esa gran interrupción de Cloudflare que dejó fuera de servicio Fortnite, LinkedIn, X y muchas otras plataformas? Sí, por fin se ha resuelto.

Para quienes se perdieron el caos: usuarios de múltiples servicios sufrieron problemas de conexión y páginas de error más temprano. ¿El culpable? Cloudflare, que básicamente gestiona una gran parte del enrutamiento de tráfico y la infraestructura de seguridad de internet. Cuando sus sistemas estornudan, medio internet se resfría.

El apagón no hizo distinciones. Los gamers no pudieron iniciar sesión en Fortnite. Los profesionales se quedaron fuera de LinkedIn en mitad de su navegación. Los usuarios de X (anteriormente Twitter, si aún te estás acostumbrando al cambio de nombre) se quedaron mirando pantallas de carga. El efecto dominó fue real.

El equipo de ingeniería de Cloudflare se apresuró a identificar y solucionar la causa raíz. En cuestión de horas, los servicios comenzaron a restablecerse y finalmente se dio la señal de normalidad. Todavía no se sabe con exactitud qué provocó el colapso, pero este tipo de incidentes siempre recuerdan lo siguiente: los puntos centralizados de infraestructura crean puntos centralizados de fallo.

Para los entusiastas de las criptomonedas y los desarrolladores de Web3, este es otro caso de estudio sobre por qué las alternativas descentralizadas son importantes. Cuando un solo proveedor controla tanto tráfico, un fallo técnico puede tener un efecto dominó en todo el ecosistema. Para reflexionar, mientras el sector sigue avanzando hacia arquitecturas más resilientes y distribuidas.