Líderes de Moscú y Nueva Delhi se reunieron recientemente para profundizar los lazos en el desarrollo tecnológico y la cooperación militar. ¿El momento? Bastante interesante. India se encuentra en medio de una complicada conversación comercial con Washington sobre aranceles que afectan a las importaciones de crudo ruso.

Esta reunión no fue solo teatro diplomático. Ambas partes avanzaron en la expansión de la colaboración en sectores tecnológicos y sistemas de defensa, áreas en las que su asociación lleva años creciendo silenciosamente. Pero el elefante en la sala es la energía. India sigue siendo uno de los mayores compradores de petróleo ruso, un hecho que la ha puesto en el punto de mira de Washington mientras Estados Unidos endurece su postura arancelaria.

Para los traders y observadores macroeconómicos, este tipo de maniobras geopolíticas importa. Los flujos energéticos afectan los datos de inflación, las presiones sobre las divisas y, en última instancia, el sentimiento de riesgo en todos los mercados, incluido el cripto. Cuando las principales economías realinean asociaciones comerciales o se resisten a políticas vinculadas a sanciones, los flujos de capital cambian. Ese es el tipo de contexto que puede repercutir en todo, desde la demanda de stablecoins hasta la narrativa de Bitcoin como refugio seguro.

Atentos a cómo India gestiona este difícil equilibrio. No se trata solo de petróleo, sino de posicionarse en un sistema financiero multipolar en el que se están redefiniendo las alianzas tradicionales.