#美SEC促进加密资产创新监管框架 Tres meses, 2000U convertidos en 60.000U — suena como una historia de suerte descomunal, ¿verdad?

Pero en realidad no lo es.

Detrás de ese dinero está el proceso en el que pasé de ser un perdedor que perseguía subidas y bajadas, a convertirme en un trader disciplinado que sigue las reglas. Acababa de ser arrastrado por el mercado, el saldo de mi cuenta era lamentable y yo estaba completamente aturdido. Pero decidí darme una última oportunidad, esta vez sin medias tintas: o sigo las reglas, o me retiro del todo.

**Primer paso: dividí mi posición en partes pequeñas**

Dividí los 2000U en cinco partes, 400U cada una. En cada operación solo arriesgaba una parte, las otras cuatro eran mi salvavidas. ¿No entiendo el mercado? Me salgo. ¿Me equivoqué de dirección? Lo asumo. Si pierdo más de 12U en una operación, la cierro sin dudarlo ni negociar. Por primera vez sentí lo que es tener el control en mis manos.

**Después, convertí el stop loss y el take profit en mi biblia de trading**

Las reglas eran sencillas: si pierdo un 3%, cierro. Si gano entre un 6% y un 10%, también cierro.

Mientras otros rezan delante de la pantalla para que el precio se recupere, yo solo me limito a cumplir la disciplina. No intento adivinar dónde está el techo, ni fantaseo con pillar el fondo perfecto. Ganar dinero se volvió un proceso replicable, no un accidente fortuito.

**Por último, empecé a tratar el trading como un negocio**

Al mes hago unas 70 operaciones, con una tasa de acierto del 60%. Puede parecer una cifra mediocre, pero la estructura del beneficio es lo importante:

- En 28 operaciones perdí, en total, 336U
- En 42 operaciones gané, recuperé 1470U
- Beneficio neto: 1134U

Ese es el poder del interés compuesto. Muchos lo han oído, pero pocos lo han puesto realmente en práctica.

Tras 92 días, retiré los 60.000U. Sin mitos ni información privilegiada, solo dos cosas me mantuvieron hasta el final: reglas y disciplina.

No puedes predecir el mercado, pero sí puedes controlarte a ti mismo. La mayoría de los minoristas no pierden por el mercado, sino por su propia impulsividad: se apalancan al alza cuando sube, aguantan pérdidas eternas cuando baja, se asustan cuando ganan y apuestan cuando pierden. Su verdadero enemigo no son los gráficos, sino sus malos hábitos repetidos una y otra vez.

Mi remontada empezó el día que dejé esos malos hábitos atrás.

**Para terminar, una verdad**

Quizá ahora solo tengas unos pocos miles de euros como capital y estés luchando en el mercado. Pero recuerda: si el método es correcto, puedes multiplicar aunque sea poco; si el método es incorrecto, puedes perderlo todo aunque empieces con mucho. No es que tú no valgas, es que tu sistema no está bien montado. Siempre puedes cambiar, nunca es tarde.

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