Últimamente, el sentimiento del mercado está algo dividido. Las apuestas en Polymarket muestran que la probabilidad de una bajada de tipos de 25 puntos básicos en diciembre ya ha subido hasta el 93%, mientras que la posibilidad de que no haya bajada se queda en solo el 8%—parece que todos tienen bastante claro el rumbo de la Fed.

Los flujos de capital, sin embargo, son bastante curiosos. Ayer, los ETF de Bitcoin al contado registraron una salida neta de 195 millones de dólares, y en el caso de Ethereum salieron más de 41 millones, pero el ETF de Solana, en cambio, atrajo 4,59 millones de dólares en un solo día. ¿Qué implica este movimiento? Cada uno que saque sus propias conclusiones.

Larry Fink, de BlackRock, ha dado una nueva definición de Bitcoin: lo llama "activo del pánico". Dice que la gente no lo compra por confianza en el futuro, sino por miedo a la devaluación de las monedas fiduciarias, la inestabilidad financiera y las crisis geopolíticas. En otras palabras, Bitcoin es más bien un refugio en tiempos de incertidumbre, no un activo de crecimiento tradicional. La CEO de Fidelity, en cambio, es más optimista: ha declarado abiertamente que posee Bitcoin y cree que jugará un papel importante en el sistema de ahorro.

La opinión de CZ es aún más agresiva. Piensa que el mercado cripto, con solo 3-4 billones de dólares, es todavía demasiado pequeño y que en el futuro debería alcanzar al menos los 30-40 billones.

JP Morgan no se ha dejado intimidar por las recientes caídas; su modelo "Bitcoin vs. oro ajustado por volatilidad" sigue firme y fija un precio objetivo de 170.000 dólares en 6-12 meses. El Banco Nacional de Canadá tampoco se ha quedado de brazos cruzados y ha comprado directamente 270 millones de dólares en acciones de MSTR.

Además, cierta firma de investigación (ya sabes cuál) considera que las acciones tokenizadas están a punto de convertirse, tras las stablecoins y los bonos del Estado, en el próximo gran motor de crecimiento del sector RWA.