El analista económico Hassett hizo recientemente una comparación interesante: la economía impulsada por la IA está superando a la fiebre puntocom de los años 90 en términos de velocidad. Piénsalo un segundo. La revolución de Internet tardó años en transformar industrias, pero la infraestructura de IA está impactando de forma diferente. Estamos viendo un despliegue de capital, marcos regulatorios y adaptación del mercado a velocidad de vértigo.

Para los nativos cripto, esto importa. Ciclos económicos más rápidos implican cambios de liquidez más ágiles, tiempos de respuesta institucional más ajustados y apetitos de riesgo más volátiles. La ola de la IA no es solo tecnología: está reprogramando la rapidez con la que los mercados valoran la innovación. Si pensabas que Web3 iba rápido, prepárate.