Ahora mismo, el Bitcoin está siendo apaleado por el Nasdaq; en resumen, la situación se reduce a dos opciones.

O bien esperas a que el Nasdaq colapse primero — ya sabes cuál es la probabilidad de eso. O bien Bitcoin acepta su papel sumiso y sigue al mercado tradicional como un perrito.

Deja de soñar con esa “tendencia independiente del oro digital”. Frente a los veteranos de Wall Street, los criptoactivos muchas veces no son más que unos seguidores. ¿Esa supuesta “descorrelación”? Lo más probable es que simplemente no haya llegado el momento; cuando toque seguir, tendrán que seguir.

El Nasdaq sube a las nubes y Bitcoin se queda parado — esa es la realidad. Los minoristas sueñan a diario con subidas explosivas, pero las instituciones ya han escrito el guion: si las finanzas tradicionales no dan su visto bueno, olvídate de que el mundo cripto vuele solo.