El dato PCE de septiembre de esta noche podría ser la señal más crucial en el actual mercado caótico. La política monetaria global ahora se parece a dos trenes que van a chocar de frente: en Estados Unidos, lo más probable es que bajen los tipos de interés, pisando el acelerador a fondo; mientras que en Japón, la subida de tipos es ya prácticamente un hecho, con el freno echado a tope. Esta rara situación de movimientos opuestos ha dejado al mercado completamente desorientado a corto plazo, sin saber en qué dirección moverse.

¿Por qué es tan importante el dato de esta noche? Porque determinará directamente el próximo paso de la política monetaria estadounidense. Ahora mismo, el mercado apuesta con una probabilidad de alrededor del 87% a que la Reserva Federal bajará los tipos en diciembre, así que la lógica es sencilla: mientras el dato no sea excesivamente alto y no supere ampliamente el 2,9% previsto, básicamente será una luz verde para el recorte de tipos. Esto podría aliviar en cierta medida el pánico por "desmantelamiento de posiciones" provocado por la subida de tipos en Japón, y también inyectar liquidez en los activos de riesgo.

¿Y a corto plazo? Hay que estar atentos a la volatilidad tras el cumplimiento de las expectativas. Si el dato cumple o queda por debajo de lo previsto, cuidado con que se agoten los factores positivos y el dinero a corto plazo salga rápidamente; si el dato resulta sorprendentemente fuerte, con expectativas de endurecimiento, el riesgo de caída aumentará considerablemente. Pero a más largo plazo, la gran tendencia de bajada de tipos en Estados Unidos sigue vigente, así que cualquier corrección a corto plazo provocada por los datos podría ser una buena oportunidad para posicionarse a medio plazo.

No dejes que un solo dato te descoloque. Entender el gran marco de "endurecimiento japonés, relajación estadounidense" es la clave para mantener la confianza en tus posiciones.