Cuatro meses viendo a una persona pasar de 3.000 U a 32.000, y al final, aun así, tuve que borrarle.

Este colega antes jugaba a shitcoins, en tres rondas se fue a cero en dos días, hasta metió el dinero del alquiler. No le hablé de esos indicadores técnicos tan pintones, solo le puse tres reglas inquebrantables. Al final, la cuenta sí que subió, pero la persona se vino abajo.

**Primera regla: el dinero se divide en tres partes para vivir**

3.000 U partidos en tres: 1.000 para cortos diarios, solo una operación al día, en cuanto gana un 5% se acabó; 1.000 esperando soporte clave, si no llega el precio, ni tocarlos; los 1.000 restantes como dinero de emergencia, bloqueados. Al principio se quejaba: "¿Qué se puede hacer con tan poco capital?", hasta que vio a un compañero ir all-in en futuros y quedarse a cero en una noche, entonces empezó a operar por lotes.

**Segunda: solo operar en tendencia alcista, nada de lateral**

El mercado, siete de cada diez días, es ruido. Le mandé al gimnasio en las fases de consolidación, nada de mirar la pantalla. Recuerdo una vez que ADA estuvo lateral casi una semana, a medianoche me preguntó si debía entrar, le contesté con dos palabras: "espera volumen". Al día siguiente rompió con volumen y sacó un 18% de golpe. Ahí entendió que no operar es más difícil que operar por operar. Cada vez que ganaba más de un 15%, obligatorio sacar un tercio fuera. Por muy bonitos que sean los números en pantalla, nada como el SMS del banco con el ingreso.

**La tercera y más dura: que el sistema te controle**

Cada operación, stop-loss al 3%, se ejecuta automático; si el beneficio supera el 8%, se mueve el stop a break even. Una vez estaba en LTC, a 0,5% del stop quiso cancelar la orden, le solté la captura de su liquidación de hace tres meses. Esa noche LTC se desplomó un 12%, y su cuenta solo perdió un 1%. Por primera vez entendió que cortar pérdidas es un seguro de vida.

El punto de inflexión llegó de golpe.

Cuando la cuenta superó los 20.000 U, se le subió a la cabeza: se metió en grupos de señales, se burlaba de los prudentes, apalancamiento al máximo en MEME coins. Tras perder la mitad del capital, de madrugada me mandó una parrafada: "Si hubiera ido all-in, ahora tendría 50.000".

Revisé el mensaje que me había mandado antes: "Gracias por enseñarme a gestionar el riesgo", y de repente lo vi claro: el mercado no elimina a los pobres, solo elimina a los jugadores que no respetan las reglas.

Antes de borrarle, le mandé un último mensaje: "De 3.000 a 32.000, nunca fue cuestión de lo bueno que era el mercado, sino de lo firmes que eran las reglas. Oportunidades hay todos los días, pero solo las aprovechan los que están preparados".

Lo envié y le borré. Hay lecciones que solo se aprenden pagando el precio.