¡El mercado vuelve a dar sorpresas!

IBIT, ese ETF de bitcoin que fue ensalzado hasta el cielo, ha sido objeto de una retirada masiva de fondos por parte de las instituciones durante las últimas cinco semanas: se han retirado en total 27.000 millones y solo el jueves salieron 113 millones de dólares.

Esto no es un simple ajuste técnico. Cuando IBIT salió a bolsa a principios del año pasado, todos los analistas lo vendían como la "salvación del pequeño inversor". Al final, se ha convertido en el cajero automático de Wall Street para hacer caja. Cuando tus amigos que invierten en criptomonedas empiezan a interesarse por los ETF, el dinero inteligente ya está buscando la puerta de salida.

La señal es clara: el dinero nuevo no quiere entrar y los veteranos se apresuran a salir. La temperatura del mercado ha pasado de estar hirviendo a quedar en el congelador.

Pero piénsalo con calma: un ETF no es más que una herramienta de capital, no un tótem de fe. Cuando sube, sirve de cebo para atraer a pequeños inversores; cuando baja, se convierte en el canal de escape para facilitar la retirada. Ese es su verdadero papel.

Sin embargo, el mercado tiene una ley de hierro: el pánico suele engendrar oportunidades.

El verdadero objetivo de las instituciones al hundir el precio es obligar a los pequeños inversores a vender en mínimos para recoger ellos las fichas en silencio. El mercado alcista no ha muerto, solo está en plena “fase de dolor por desapalancamiento”. La lógica de fondo de bitcoin sigue intacta; lo único que cambia es el ritmo y la forma en que el capital extrae beneficios.

La historia siempre se repite: los mercados nacen en la desesperación y mueren en la euforia. Cuando otros tengan miedo, carga la munición; cuando los demás sean codiciosos, fija tus objetivos de venta.

En esta purga del mercado, ¿de qué lado estás tú?