Hace tres años, en una de esas noches profundas, me quedé mirando los números parpadear en la pantalla, con las palmas de las manos empapadas de sudor: en la cuenta solo quedaban 800U, acababa de pagar la tarjeta de crédito.

No me atrevía a hacer locuras. Dividí ese dinero en 5 partes, 160U cada una, y solo elegía criptomonedas que no estuvieran demasiado locas. Compraba barato, vendía caro, recogía beneficios en cuanto veía oportunidad; el primer mes casi todos los días me daban las dos o tres de la madrugada.

La primera semana probé con SOL, entré y salí varias veces y gané 1000U. Para la tercera semana, la cifra en la cuenta había subido a 6700U; sinceramente, ni yo mismo me lo creía. ¿Qué truco tenía? Ninguno. Simplemente, cuando el mercado se volvía loco, yo me retiraba; cuando todos vendían con pánico, yo entraba a comprar.

De esos 6700U hasta los 48.000U, seguí usando el mismo "método tonto": hacer compras escalonadas en las ventas de pánico y retirarme en silencio cuando todo el mundo gritaba "¡ha llegado el bull market!". No seguía la corriente, no perseguía precios altos, jamás iba all-in. ¿Suena cobarde? Puede ser.

Después de superar los 50.000U en la cuenta, me volví aún más cauteloso. Usaba scripts para poner órdenes, solo tocaba BTC y ETH, esas monedas principales, y siempre ponía take profit y stop loss en cada operación. Prefería ganar menos que arriesgarme a mantener una posición abierta durante la noche.

Algunos dicen que soy más cobarde que un ratón. Pero ellos no han visto a los que lo han perdido todo: capturas de pantalla en el grupo a las tres de la mañana diciendo “me he quedado sin casa”. He visto esa desesperación demasiadas veces.

Tras estos años de golpes y aprendizaje, he resumido tres reglas:
1. Ir all-in es el camino a la ruina; solo sobrevives diversificando.
2. No apuestes por un solo lado del mercado; calcula la probabilidad de ganar, no confíes en la suerte.
3. Mantén la cabeza fría si quieres llegar lejos.

En el mundillo cripto nunca faltan las oportunidades. Lo que falta es gente capaz de controlarse.