Este método puede sonar tosco, pero gracias a él he conseguido ahorrar más de 5 millones.

Desde que me divorcié y salí con las manos vacías hasta ahora, con un patrimonio de 8 cifras, he seguido estos cuatro pasos: son simples, sí, pero realmente funcionan.

**Primer paso: elegir el activo**

Solo hay que vigilar el gráfico diario. Presta atención cuando el MACD forme un cruce dorado, pero tiene que ser un cruce dorado por encima del eje 0; esa señal es la más fiable. Si no aparece, espera y no tengas prisa por entrar.

**Segundo paso: buscar el punto de entrada**

Observa las medias móviles en el gráfico diario. Mi norma es muy sencilla: si el precio está por encima de la media, mantengo; si la pierde, me salgo. Simple y directo, y así es más difícil equivocarse.

**Tercer paso: aumentar posición y vender**

Una vez comprado, espera a que el precio rompa la media móvil diaria y el volumen también supere la media; ahí meto todo el capital.

Luego salgo por fases:
- Si sube un 40%, vendo un tercio
- Si sigue subiendo hasta un 80%, vendo otro tercio
- Si cae por debajo de la media móvil diaria, liquido el resto

Esta última regla es mi salvavidas y hay que cumplirla a rajatabla.

**Cuarto paso: cortar pérdidas sin contemplaciones**

Aunque la probabilidad sea baja, si al día siguiente el precio pierde la media móvil, vendo todo de inmediato. No esperes milagros; el mercado no va a cambiar solo porque dudes.

Este método no tiene florituras, pero es estable. Da igual cómo esté el mercado, siempre conservo las ganancias.

Y precisamente por esta “rigidez” he logrado pasar de estar endeudado a tener el patrimonio que tengo hoy. En el mercado hay demasiada gente lista, y a veces ser un poco “tonto” te ayuda a sobrevivir más tiempo. Cuando entiendes esto, ya vas por delante de la mayoría.