2025 acaba de publicar una estadística preocupante: los recortes de empleo han superado los 1,1 millones. Es la cifra más alta que hemos visto desde el caos de la COVID.

Párate a pensar un segundo en lo que esto significa. Las empresas ya no están recortando grasa, están cortando músculo. ¿El sector tecnológico? Una carnicería. ¿Finanzas? Recibiendo golpes duros. Incluso sectores que parecían a prueba de balas hace 18 meses ahora están anunciando oleadas de despidos.

Este tipo de presión en el mercado laboral no ocurre en aislamiento. Cuando más de un millón de personas pierden su salario, el consumo se desploma. Cuando cae el consumo, los beneficios corporativos le siguen. ¿Y cuando los beneficios decepcionan? Los mercados se vuelven volátiles rápidamente.

Para quienes seguimos las tendencias macroeconómicas, esto es una señal de advertencia. Tal vez aún no estemos en territorio de recesión total, pero el mercado laboral—históricamente uno de los últimos dominós en caer—claramente está tambaleándose.

Los activos de riesgo podrían experimentar cierta turbulencia en el futuro. La huida hacia la seguridad podría acelerarse si esta tendencia continúa en el segundo trimestre. Vale la pena mantener este dato en tu radar mientras navegamos el resto del año.