Mucha gente que invierte en bolsa se pasa el día mirando un montón de medias móviles: la de 5, la de 10, la de 60 días, todas a la vez, y al final cuanto más miran, más confundidos están. En realidad no hace falta complicarse tanto: para operar en rangos basta con mirar una sola línea: la media móvil de 20 días.

**¿Por qué la media de 20 días?**

Un mes tiene aproximadamente 20 días hábiles de mercado, así que esta línea refleja el coste medio del último mes. No salta tanto como las medias a corto plazo, ni es tan lenta como las de largo plazo. Queda justo en un punto intermedio, perfecto para captar los movimientos de rango.

Las subidas o bajadas de un solo día no la afectan mucho, y mientras no se pierda esa línea, no hay que preocuparse por correcciones a corto plazo. Además, es sencilla: basta con echarle un vistazo un par de veces por semana, ideal incluso para quienes trabajan.

**Tres señales clave**

**¿Cuándo comprar?** Cuando el precio sale de mínimos y cierra dos días seguidos por encima de la media de 20 días, y además la media empieza a inclinarse hacia arriba (después de estar plana o bajando), ahí es buen momento para entrar. Si luego el precio retrocede hacia la media, pero se mantiene con poco volumen, se puede pensar en aumentar la posición.

**¿Cuándo mantener?** Mientras el precio se mantenga por encima de la media y ésta siga subiendo, incluso si hay pequeñas correcciones que no rompen la línea, lo mejor es seguir dentro. Solo si el precio se aleja demasiado o el volumen cae mucho, conviene reducir algo la posición y esperar una corrección.

**¿Cuándo vender?** Hay dos momentos en los que hay que salir sí o sí: si el precio cierra dos días seguidos por debajo de la media de 20 días, o si en un solo día cae más de un 3% y rompe la media; y si la media empieza a girar hacia abajo. En estos casos, da igual si se ha ganado mucho o poco, hay que salir, especialmente en tendencias bajistas: si el rebote no logra recuperar la media, es momento de huir.

**Tres trampas a evitar**

No te obsesiones con los cruces dorados o de la muerte. Muchos cruces dorados en tendencia bajista son solo trampas para atraer compradores; los cruces de la muerte en tendencia alcista a menudo son simples barridas.

Siempre hay que mirar el volumen. Solo si se supera la media con volumen es una ruptura real; si el retroceso es con poco volumen, hay soporte; si se rompe con volumen, hay que salir rápido.

En mercados laterales, mejor moverse poco. Si el precio cruza la media una y otra vez y la media está plana, es señal de que hay que esperar y no operar demasiado para evitar pérdidas tontas.

En resumen, esta línea es como una regla. Si el precio está por encima y la media sube, mantén; si la rompe y la media gira hacia abajo, sal. No compliques el trading: lo sencillo suele ser lo más efectivo.