Bitcoin ahora mismo es como estar sentado en una balanza descompensada: en el lado de los cortos pesan 8.120 millones de dólares, en el de los largos 6.860 millones. ¿Hacia qué lado se inclinará la balanza?

Primero, la conclusión: si el precio sube un 10%, los cortos por valor de 8.120 millones explotan; si cae un 10%, también se liquidan los largos por 6.860 millones. Pero ojo, la bomba del lado de los cortos es más grande.

En otras palabras:
La situación actual es como un muelle comprimido: los cortos lo presionan con fuerza, pero hay 1.300 millones más de explosivos debajo que encima. Si se suelta, la fuerza de rebote hacia arriba será mayor. Porque cuando los cortos se liquidan, tienen que comprar para cerrar posiciones, y esa presión de compra pasiva dispara el precio en efecto dominó.

Dicho de otra manera:
Vas caminando al borde de un precipicio: a la izquierda hay un pozo de 68 metros, a la derecha uno de 81. Caer duele en ambos, pero bajo el de la derecha hay además explosivos—la ola de compras forzadas por el cierre de cortos. El mercado tiende de forma natural a caer en el pozo que puede provocar más estruendo.

Pero—
No te emociones y abras largos solo por ver estos números. Esos 8.100 millones pueden ser combustible para un cohete o una trampa para ratones. A los grandes les encanta este escenario con fichas acumuladas a ambos lados: primero fingen subir para atraer a los incautos, luego barren a los largos y, al final, arranca el movimiento real. Crees que esperas la explosión, pero puede que te sacudan antes de tiempo.

En resumen:
Los datos nos señalan dónde está el dolor, pero no cuándo se va a activar.

¿Estás listo? ¿Vas a esperar los fuegos artificiales o prefieres encender la mecha tú mismo?

(Riesgo bajo tu responsabilidad, datos solo a título informativo.)