🎭 El día que XRP intentó hacer breakdance... y se resbaló

Érase una vez, un lunes muy dramático en Tierra Cripto, XRP se despertó, se estiró, se miró al espejo y dijo:
“Hoy... me voy a la luna.”

El mercado respondió:
“Jajaja. No.”

En cuestión de horas, XRP se deslizó torpemente un 9,5 %, como un bailarín que hace una voltereta perfecta solo para aterrizar sobre una cáscara de plátano.

Pero aquí es donde se pone interesante...

Justo cuando XRP yacía en el suelo contemplando sus decisiones vitales, el legendario Indicador TD Sequential le dio un toque en el hombro y susurró:

“Tranquilo... después de nueve velas rojas, puede que tu mala suerte por fin termine.”

Sí — el TD Sequential (básicamente un profesor de matemáticas estricto para los gráficos) había contado hasta nueve velas rojas, agitó el dedo y declaró:

“PUEDE que venga un cambio de tendencia.”

XRP, esperanzado, levantó una ceja.

Mientras tanto, Ethereum entró con aire triunfal y nueve velas verdes brillando como luces de Navidad — y el mismo indicador le dijo a ETH:

“Enhorabuena... ahora TÚ podrías ser el próximo en caer.”

ETH: “¿Cómo? ¡Si acabo de llegar aquí arriba!”

Todo el mercado miraba como si fuera el final de un episodio de Nollywood:

¿Rebotará realmente XRP?

¿Tropezará Ethereum con la misma cáscara de plátano?

¿El indicador está mintiendo, confundido o simplemente troleando a todos otra vez?

Nadie lo sabe aún.
Ni siquiera el indicador.

Pero hay algo seguro:

El cripto sigue siendo el único lugar donde los gráficos se comportan como seres humanos: caen, suben, entran en pánico, hacen berrinches y, a veces, simplemente se quedan tumbados en el suelo durante nueve velas seguidas.