Autor: Sasha Ivanov, fundador de Waves y Units.Network, CoinTelegraph; Traducción: Tao Zhu, Golden Finance
Hace poco tiempo, la idea de que un chiste en línea pudiera convertirse en una categoría de activos con un valor de decenas de miles de millones de dólares parecía ridícula. Hoy en día, los Meme coins no son solo algo común. Están remodelando todo el ciclo del mercado. Estados Unidos ahora tiene una moneda Meme oficial relacionada con el presidente. Lo que originalmente fue solo un experimento de una comunidad de nicho, ahora se ha convertido en una fuerza financiera que no se puede ignorar.
Esto no es solo una conjetura. En noviembre de 2024, Meme Coin representó el 65% del volumen total de operaciones en el exchange descentralizado Raydium, alcanzando un máximo histórico. Estos activos solían considerarse meras curiosidades de Internet, pero ahora se han convertido en el motor cultural de las criptomonedas. Este fenómeno ha provocado una leve crisis de identidad tanto en los creyentes como en los escépticos, quienes necesitan reconsiderar sus posiciones.
Ya sea considerado como el próximo movimiento del mercado impulsado por minoristas o un frenesí insostenible, una cosa es clara: las monedas meme ya no son una broma.
Meme 币不仅仅是投机
En esencia, Meme se basa en el próspero desarrollo de la fe comunitaria. El valor de los activos financieros tradicionales proviene de la utilidad, la adopción institucional o el modelo de ingresos. En cambio, Meme está impulsado por la participación social, la propagación viral y el impulso colectivo.
Esto los convierte en una de las herramientas de entrada más efectivas para los inversores minoristas de criptomonedas. Memecoin elimina la complejidad de la tecnología blockchain, haciendo que los activos digitales sean accesibles, familiares y culturalmente relevantes. Para muchos, son el primer paso hacia Web3, abriendo las puertas a la descentralización del comercio, la gobernanza y las finanzas.
Sin embargo, el mismo factor que las hace fáciles de obtener también las hace inestables. El mismo mecanismo de mercado que puede llevar a Meme a alcanzar una valoración de 1000 millones de dólares de la noche a la mañana, también puede hacer que se desplome en cuestión de días. Aunque un operador puede convertir 66 dólares en 3 millones de dólares de ganancia, cuando la especulación se desvanece, miles de otros operadores pueden terminar teniendo tokens sin valor alguno.
Nadie puede ignorar el problema de volatilidad
Los números lo dicen todo. Cuando Elon Musk cambió su nombre de usuario e imagen de perfil en X, la capitalización de mercado de memes relacionada con él se disparó a 3.8 mil millones de dólares. Una vez que Musk revirtió estos cambios, el token se desplomó a 1 mil millones de dólares, y luego cayó aún más.
Esto no es una excepción. Esta es la realidad del mercado de memes. Es impredecible, orientado al beneficio y impulsado por la especulación. Aunque algunos operadores prosperan en este entorno, la mayoría no lo hace. Los escépticos consideran que los memes son simplemente un casino con blockchain, un juego en el que pocos ganan y la mayoría pierde.
Ignorar por completo los memes es ignorar una realidad más grande. Independientemente de las dudas, los memes no desaparecerán. Están dando forma a las tendencias del mercado. La verdadera pregunta es: ¿pueden los memes pasar de ser impulsados por la especulación a convertirse en activos financieros estructurados con gobernanza y duraderos?
La gobernanza es clave para la supervivencia a largo plazo
Si el meme quiere superar el ciclo de operaciones a corto plazo, la gobernanza debe ocupar una posición central. La Organización Autónoma Descentralizada (DAO) (DAO) proporciona un modelo que permite a los titulares dar forma al suministro de tokens, fortalecer la transparencia e influir en la dirección del proyecto, lo que realmente brinda al meme la oportunidad de lograr un desarrollo sostenible.
Esta estructura puede prevenir el control centralizado de los desarrolladores y las ballenas, reduciendo así el riesgo de manipulación interna, esquemas de salida y planes de bombeo y descarga. También asegura que el meme pueda integrar modelos de gestión de fondos, incentivos de equidad y suministro de tokens para promover la supervivencia a largo plazo en lugar de la especulación a corto plazo.
Un ejemplo típico es Floki Inu (FLOKI), que es un meme que ha construido con éxito un ecosistema funcional que va más allá del comercio impulsado por memes. Floki Inu no depende de especulaciones a corto plazo, sino que integra juegos de tokens no fungibles (NFT), pagos y programas educativos, demostrando que los memes pueden convertirse en activos estructurados impulsados por la comunidad.
Los memes no necesitan abandonar sus raíces culturales, pero para sobrevivir más allá del actual ciclo de especulación, deben adoptar mecanismos de gobernanza que fomenten la sostenibilidad económica.
Meme está en una encrucijada
Los memes han dividido el campo de las criptomonedas en dos extremos. Por un lado, los extremistas de los memes insisten en que el próximo mercado alcista estará liderado por los memes, y creen que la fe y la propagación viral son suficientes para mantener los memes. Por otro lado, los escépticos ignoran por completo los memes, considerándolos una estafa para inflar los precios de las acciones y vender, y creen que eventualmente fracasarán.
Ambos puntos de vista ignoran un panorama más amplio. Los memes han demostrado su capacidad para impulsar la actividad del mercado, pero ignorar sus riesgos es tan imprudente como negarlos directamente. El verdadero desafío no es si los memes deberían existir. Ya existen. El problema es cómo construirlos para garantizar la seguridad de los inversores, la estabilidad del mercado y la reputación a largo plazo de la industria.
Los constructores, reguladores y la comunidad deben colaborar para equilibrar la descentralización y la gobernanza responsable. Ignorar los memes como una tendencia pasajera es miope. No abordar sus riesgos podría ser aún peor, lo que podría llevar a un colapso catastrófico y dañar la confianza del público en toda la criptomoneda.
Los memes seguirán existiendo. El verdadero desafío es si seguirán siendo montañas rusas especulativas o si se convertirán en un sector digital legítimo. La respuesta radica no solo en los traders, sino también en los constructores, desarrolladores y legisladores que darán forma al futuro de la cadena de bloques.
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
¿Cómo pasó el meme币 de ser una broma en la red a convertirse en un motor cultural de encriptación?
Autor: Sasha Ivanov, fundador de Waves y Units.Network, CoinTelegraph; Traducción: Tao Zhu, Golden Finance
Hace poco tiempo, la idea de que un chiste en línea pudiera convertirse en una categoría de activos con un valor de decenas de miles de millones de dólares parecía ridícula. Hoy en día, los Meme coins no son solo algo común. Están remodelando todo el ciclo del mercado. Estados Unidos ahora tiene una moneda Meme oficial relacionada con el presidente. Lo que originalmente fue solo un experimento de una comunidad de nicho, ahora se ha convertido en una fuerza financiera que no se puede ignorar.
Esto no es solo una conjetura. En noviembre de 2024, Meme Coin representó el 65% del volumen total de operaciones en el exchange descentralizado Raydium, alcanzando un máximo histórico. Estos activos solían considerarse meras curiosidades de Internet, pero ahora se han convertido en el motor cultural de las criptomonedas. Este fenómeno ha provocado una leve crisis de identidad tanto en los creyentes como en los escépticos, quienes necesitan reconsiderar sus posiciones.
Ya sea considerado como el próximo movimiento del mercado impulsado por minoristas o un frenesí insostenible, una cosa es clara: las monedas meme ya no son una broma.
Meme 币不仅仅是投机
En esencia, Meme se basa en el próspero desarrollo de la fe comunitaria. El valor de los activos financieros tradicionales proviene de la utilidad, la adopción institucional o el modelo de ingresos. En cambio, Meme está impulsado por la participación social, la propagación viral y el impulso colectivo.
Esto los convierte en una de las herramientas de entrada más efectivas para los inversores minoristas de criptomonedas. Memecoin elimina la complejidad de la tecnología blockchain, haciendo que los activos digitales sean accesibles, familiares y culturalmente relevantes. Para muchos, son el primer paso hacia Web3, abriendo las puertas a la descentralización del comercio, la gobernanza y las finanzas.
Sin embargo, el mismo factor que las hace fáciles de obtener también las hace inestables. El mismo mecanismo de mercado que puede llevar a Meme a alcanzar una valoración de 1000 millones de dólares de la noche a la mañana, también puede hacer que se desplome en cuestión de días. Aunque un operador puede convertir 66 dólares en 3 millones de dólares de ganancia, cuando la especulación se desvanece, miles de otros operadores pueden terminar teniendo tokens sin valor alguno.
Nadie puede ignorar el problema de volatilidad
Los números lo dicen todo. Cuando Elon Musk cambió su nombre de usuario e imagen de perfil en X, la capitalización de mercado de memes relacionada con él se disparó a 3.8 mil millones de dólares. Una vez que Musk revirtió estos cambios, el token se desplomó a 1 mil millones de dólares, y luego cayó aún más.
Esto no es una excepción. Esta es la realidad del mercado de memes. Es impredecible, orientado al beneficio y impulsado por la especulación. Aunque algunos operadores prosperan en este entorno, la mayoría no lo hace. Los escépticos consideran que los memes son simplemente un casino con blockchain, un juego en el que pocos ganan y la mayoría pierde.
Ignorar por completo los memes es ignorar una realidad más grande. Independientemente de las dudas, los memes no desaparecerán. Están dando forma a las tendencias del mercado. La verdadera pregunta es: ¿pueden los memes pasar de ser impulsados por la especulación a convertirse en activos financieros estructurados con gobernanza y duraderos?
La gobernanza es clave para la supervivencia a largo plazo
Si el meme quiere superar el ciclo de operaciones a corto plazo, la gobernanza debe ocupar una posición central. La Organización Autónoma Descentralizada (DAO) (DAO) proporciona un modelo que permite a los titulares dar forma al suministro de tokens, fortalecer la transparencia e influir en la dirección del proyecto, lo que realmente brinda al meme la oportunidad de lograr un desarrollo sostenible.
Esta estructura puede prevenir el control centralizado de los desarrolladores y las ballenas, reduciendo así el riesgo de manipulación interna, esquemas de salida y planes de bombeo y descarga. También asegura que el meme pueda integrar modelos de gestión de fondos, incentivos de equidad y suministro de tokens para promover la supervivencia a largo plazo en lugar de la especulación a corto plazo.
Un ejemplo típico es Floki Inu (FLOKI), que es un meme que ha construido con éxito un ecosistema funcional que va más allá del comercio impulsado por memes. Floki Inu no depende de especulaciones a corto plazo, sino que integra juegos de tokens no fungibles (NFT), pagos y programas educativos, demostrando que los memes pueden convertirse en activos estructurados impulsados por la comunidad.
Los memes no necesitan abandonar sus raíces culturales, pero para sobrevivir más allá del actual ciclo de especulación, deben adoptar mecanismos de gobernanza que fomenten la sostenibilidad económica.
Meme está en una encrucijada
Los memes han dividido el campo de las criptomonedas en dos extremos. Por un lado, los extremistas de los memes insisten en que el próximo mercado alcista estará liderado por los memes, y creen que la fe y la propagación viral son suficientes para mantener los memes. Por otro lado, los escépticos ignoran por completo los memes, considerándolos una estafa para inflar los precios de las acciones y vender, y creen que eventualmente fracasarán.
Ambos puntos de vista ignoran un panorama más amplio. Los memes han demostrado su capacidad para impulsar la actividad del mercado, pero ignorar sus riesgos es tan imprudente como negarlos directamente. El verdadero desafío no es si los memes deberían existir. Ya existen. El problema es cómo construirlos para garantizar la seguridad de los inversores, la estabilidad del mercado y la reputación a largo plazo de la industria.
Los constructores, reguladores y la comunidad deben colaborar para equilibrar la descentralización y la gobernanza responsable. Ignorar los memes como una tendencia pasajera es miope. No abordar sus riesgos podría ser aún peor, lo que podría llevar a un colapso catastrófico y dañar la confianza del público en toda la criptomoneda.
Los memes seguirán existiendo. El verdadero desafío es si seguirán siendo montañas rusas especulativas o si se convertirán en un sector digital legítimo. La respuesta radica no solo en los traders, sino también en los constructores, desarrolladores y legisladores que darán forma al futuro de la cadena de bloques.