¿Los últimos cinco días? Caos absoluto. Sus cuentas en redes sociales fueron reportadas en masa y eliminadas tres veces distintas—sí, TRES. Luego Cloudflare decidió echarse una siesta. ¿Y BTC? Bajó tranquilamente de 95k hasta 85k como si no pasara nada.

Pero aquí viene lo interesante: a pesar de todo ese ruido, el proyecto siguió marcando mínimos más altos en el gráfico. Nada de ventas por pánico, nada de capitulación—solo acumulación constante mientras todo lo demás ardía.

Cuando la infraestructura se derrumba y el macro está en rojo, pero tus niveles de soporte siguen subiendo... Eso es o pura suerte o alguien está acumulando mientras el retail está distraído. Cinco días infernales, y los técnicos se mantuvieron más limpios de lo que nadie podría esperar.