Últimamente el mercado vuelve a repetir el viejo mantra: "El macro es la batuta". Si los datos del PCE salen un poco mejor, enseguida hay quien grita que la Fed va a soltar liquidez, que la liquidez llega ya, y que el mercado cripto está listo para despegar.

Suena lógico. Pero llevamos escuchando esto en bucle desde el año pasado, y "aguanta las fichas y espera el viento" casi se ha convertido en una coletilla. El problema es que tras un año con la coletilla, la cifra de la cuenta no ha subido mucho.

Así que hay que ser sinceros: ¿Basta con mirar solo el macro?

Ni de coña. El macro es como ver la previsión del tiempo: te dice que mañana hará sol. Pero si hoy vas a meterte al agua, tienes que mirar cómo está realmente el mar. Si el mercado está plano como un pez muerto y el dinero sigue esperando en la orilla, ese "día soleado" es solo la música de fondo.

Estas semanas he sacado algunos aprendizajes:

**No uses el macro como despertador.** Marca si el entorno es frío o cálido, pero no es un interruptor preciso de compra y venta. Si quieres actuar, mira si en el gráfico aparecen esas figuras que reconoces, si hay señales de dinero real entrando.

**Cuidado con los momentos de "todo el mundo alcista".** Cuando todos cuentan la misma historia, lo positivo suele estar ya descontado en el precio. Las oportunidades de verdad suelen estar escondidas en la fase de duda, cuando la gente "cree pero no del todo".

**Sobrevivir es lo más importante.** Por muy bonito que sea el gráfico, si gestionas mal la posición o entras al revés, una sacudida fuerte te puede dejar fuera. La riqueza en el papel no cuenta.

En resumen: hay que mirar el cielo (macro) pero, sobre todo, mirar el suelo (realidad del mercado). Puedes creer en la narrativa a largo plazo, pero al mercado y sus humores a corto hay que tenerles respeto.

Menos palabras bonitas, más mirar la respuesta real del mercado. En este juego, solo quien aguanta hasta el final tiene derecho a ver el desenlace.