Últimamente hay un dato que merece la pena analizar: el índice de indicadores económicos líderes de EE. UU. ha vuelto a caer. Este indicador lleva bajando cuatro años seguidos y ahora ha tocado su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008. Si repasas la historia, verás que cuando se da este tipo de tendencia, en la mayoría de los casos la economía acaba pisando el freno.

Quizás te preguntes: ¿y esto qué tiene que ver con las criptomonedas que tengo?

Mucho. Cuando los mercados tradicionales pierden estabilidad, el capital busca nuevos destinos. En los últimos años, los criptoactivos han ido adquiriendo cierto "carácter de refugio", y cuanto más revuelto está el mercado, más se utiliza Bitcoin como herramienta de cobertura. No subestimes esta lógica, porque puede estar cambiando las reglas del juego sin que nos demos cuenta.

¿Qué pueden hacer ahora los minoristas? Aquí tienes tres consejos:

Primero, no vendas en pánico. Si tienes activos sólidos, manténlos firmes; las fluctuaciones a corto plazo son solo un espejismo. Solo quienes aguantan llegan a reír los últimos.

Segundo, entra en el mercado de forma escalonada. Si tienes dinero disponible, ve invirtiendo poco a poco, pero nunca lo apuestes todo de golpe. El control del riesgo siempre es lo más importante.

Tercero, sigue a los líderes. Mientras Bitcoin y Ethereum no se muevan, cualquier subida de las demás criptos es poco fiable. Ellos son el barómetro del mercado, y eso no va a cambiar.

Cuanto más confusas sean las señales, más debes mantener la calma. En el mercado nunca faltan oportunidades; lo que falta es la paciencia para esperar. En el mundo cripto no hay milagros, lo que cuenta es saber llevar el ritmo. Recuerda esto: la volatilidad en sí misma es una oportunidad, pero solo si mantienes la cabeza fría.