Los datos más recientes de encuestas sugieren que el peso mexicano podría mantenerse dentro de su conocido corredor de negociación hasta 2026, básicamente en el mismo rango que hemos visto durante los últimos diez años. Para quienes siguen las monedas de mercados emergentes, esta previsión de estabilidad llega en un momento interesante. Con toda la volatilidad que estamos viendo últimamente en los mercados globales, un rango predecible para el peso podría cambiar la percepción de riesgo de los operadores respecto a los activos latinoamericanos. Será interesante observar cómo evoluciona esto en relación con los flujos de criptomonedas en la región.