Esta corrección de ETH ha devuelto directamente a cierto gran inversor su posición apalancada a su estado original. Ahora, las posiciones que le quedan en la cuenta están a solo 42 dólares de ser liquidadas: está literalmente bailando al borde del abismo.

La historia es así: este tipo empezó con un capital de 500.000 dólares y, desde los 2.840 dólares, abrió posiciones largas apalancadas en ETH. Anteayer, cuando ETH subió a 3.200 dólares, su cuenta se disparó hasta 3,34 millones. Pero esta estrategia de ir actualizando posiciones tiene un problema fatal: mientras ganas dinero, el precio de liquidación también sube, y acabó llegando a los 3.000 dólares.

Al final, esta madrugada ETH se desplomó por debajo de los 3.000, y se activaron dos liquidaciones consecutivas. La cuenta, que tenía 3,34 millones, se ha reducido ahora a 730.000; prácticamente ha perdido todas las ganancias de esta operación. Más grave aún: las posiciones que le quedan tienen solo un margen de 42 dólares antes de volver a ser liquidadas.

El apalancamiento es así: amplía las ganancias, pero también multiplica el riesgo. Basta con que el mercado dé la vuelta para que todo lo ganado desaparezca en un instante.